miércoles, 4 de marzo de 2009

“El Básquet es mi psicólogo”

¿Freud era fanático de Los Lakers? ¿Schopenhauer jugaba al NBA2009? Definitivamente no. Hernán Arias, basquetbolista de alma y vida, encontró en el deporte de sus amores, la forma más confortable de escaparse- aunque sea por un rato- a todos los problemas que genera el día a día. En Lejos de Casa, este alero de pasado xeneize cuenta- entre otras cosas- de qué se trató su experiencia en el básquet norteamericano.



En radio como en televisión, el tiempo viene acompañado del adjetivo “tirano”. Aunque parezca difícil de entender, una hora al aire para los que hacemos radio, se pasa sencillamente “volando” y al terminar cada Miércoles, muchas cosas quedan en el tintero. Entre ellas, preguntas, intrigas y muchas ganas de seguir contando historias que reflejan el verdadero espíritu de Lejos de Casa.

Esta vez el encargado de expresar los sentimientos de muchos argentinos fue Hernán Arias. Basquetbolista de raza, con pasado en Boca y en Regatas de Mendoza que durante la crisis post De la Rúa tuvo que emigrar a los Estados Unidos. Allí la pasión pudo más que el trabajo y Hernán comenzó su única experiencia internacional en la liga Green Game, para el Estado de Brooklyn.

“La verdad que jugar en Estados Unidos es increíble. Tenés otro incentivo, allá es el deporte nacional”, sentencia el flamante entrevistado y asegura que su ingreso al club en dónde disputó una temporada no fue nada fácil: “Al principio fue complicado. Participé de una pre-selección de 24 jugadores y yo era el único blanco. Quedé dentro del equipo aunque ellos dicen que los blancos no saltan”.

Dentro del marco de su complicado ingreso, Hernán asegura que entró “a los codazos”, en referencia a un curioso episodio del que fue protagonista en el cuál tuvo la mala fortuna (o no) de pegarle un codazo a un rival que se enojo mucho. “Fue sin intención, el hecho de estar jugando en un liga en Estados Unidos era un sueño para mí. Yo quería jugar y demostrar todo”, recuerda Hernán asegurando que el enfrentamiento siguió por varios partidos hasta que su rival se dio cuenta de que él quería solamente jugar (y no pelear).

“Viajar sólo es muy complicado”, aclara el ex Boca y Regatas y llega a una conclusión: “El básquet es mi psicólogo. Voy al choque, discuto, peleo, juego, voy desgastando un poco las tensiones que te genera el día a día”. Al analizar su experiencia fuera del país, Hernán Arias concluye que “Fue mi mejor momento como basquetbolista a nivel juego. Fue algo muy lindo y lo disfrute mucho”.

Argentina no está tan lejos de los grandes en materia basquetbolística. El segundo puesto en el mundial del 2002 y la medalla de oro en Atenas 2004 fueron los puntos más altos de esta generación dorada que completó podio en Beijing y cuarto puesto en la Copa del Mundo tres años atrás. “Ginóbili es muy reconocido en San Antonio”, aclara Arias y resalta que como persona “es muy carismático y sociable”.

La charla va llegando a su fin. El básquet, uno de los deportes más taquilleros en los últimos tiempos argentinos tiene su espacio en Lejos de Casa. Fue Hernán Arias que hoy, a sus 39 años tiene sus sesiones de psicología todos los miércoles para el Club Tortuguitas de la liga de Capital Federal y espera, por varios años más, seguir yendo “al psicólogo”.

No hay comentarios: